Papiro (Cyperus papyrus)

El papiro (Cyperus papyrus) es una especie de planta palustre, del género Cyperus, de la familia de las ciperáceas. Está constituido por un tallo de sección triangular que en su extremo superior porta hojas dispuestas en estrella.

Los tallos pueden alcanzar de tres a cinco metros de longitud, y hasta seis metros a su ápice. Vive sobre terrenos arenosos y colmados de humedad, con abundante insolación durante todo el año, pudiendo tener el pie de su tronco totalmente sumergido en el agua. La sección de los tallos es de un grosor de varios centímetros en los ejemplares más grandes.

Sus hojas son de color verde jade, largas, delgadas, firmes, con espigas marrones, de diez a treinta cm de largo. Tiene largos troncos granizos que llevan en el ápice una gran inflorescencia liviana y plumosa en abanico y, curiosamente, los nuevos brotes surgen siempre del mismo segmento. Bioquímicamente realiza su síntesis de carbohidratos por la más eficiente vía de 4 carbonos.

El papiro se multiplica principalmente a través de sus rizomas, de las que brotan nuevos troncos a intervalos regulares. Produce también semillas que pueden ser transportadas por el viento. Sin embargo, el Cyperus alternifolius originario de Madagascar, puede también reproducirse por esqueje: un fragmento de tronco, hundido parcialmente bajo el agua, genera raíces y de las que surgen nuevos troncos. Tolera temperaturas de 20 a 33 °C, y pH entre 6 y 8,5.

Cyperus papyrus, es una planta originaria de Egipto que crece en las orillas del río Nilo y su delta, y servía para elaborar los antiguos papiros manuscritos.

En las riberas cubiertas de papiros, sólo los animales grandes y pesados pueden abrirse camino, como elefantes o hipopótamos, y los demás seres utilizan estas vías para transitar.