Olivo (Olea Europaea)

Origen: Región mediterránea.

La Olea europaea es un árbol muy apreciado desde la antigüedad por sus frutos, las aceitunas, y la calidad del aceite que de ellas se obtiene.

Pueden vivir más de 1.500 años.

Árbol frondoso, de crecimiento lento, que no suele pasar de 10 m de altura. Tronco, grueso e irregular, llegando a retorcerse y hacer formas como torturadas, estrafalarias, con copa amplia. Las hojas perennes, de textura coriácea y color verde-gris en su cara superior y plateadas por debajo, le otorgan un carácter luminoso, fresco y brillante, que contrasta con el aspecto senil de su tronco y ramas. Las flores forman racimos que aparecen en las axilas de las hojas y son de color blanco, con un olor agradable. Florece mediada la primavera.

Al final de otoño o en invierno los frutos, las olivas o aceitunas, se hacen patentes sobre las ramas, primero verdes y después en oscuros tonos violáceos.

Los frutos, las aceitunas, pueden ser redondeados u ovalados, grandes o pequeños, según la especie de olivo. El número de variedades existentes es alto, cerca de 300, siendo las principales, por la extensión de sus cultivos.

Tanto el aceite extraido como la aceituna tienen múltiples usos en la cocina, en cosmética y posee otras propiedades medicinales puede ser utilizado como bronceador. Con las hojas se preparan tisanas contra la hipertensión y sirve tambien para fabricar jabones.

Con la madera se hacen tallas y se usa para ebanisteria, combustible y carbón vegetal. Su inclusión en jardinería se debe a la relativa facilidad que tiene el olivo de ser trasplantado en su edad adulta. Normalmente como ejemplar aislado.

El olivo prospera mejor en situaciones cálidas y soleadas, aunque es capaz de adaptarse a otras menos benignas. No soporta el exceso de humedad. Es por ello que necesita ser plantado en un sustrato fresco y bien drenado, donde crecerá sin problemas.

Tiene una elevada adaptación a suelos pobres. Resiste los fríos, pero las heladas afectarán a la producción de frutos. Soporta la naturaleza calcárea sin problemas. En suma, resiste el viento, la contaminación, la caliza, la sequía, los suelos pobres y el escaso mantenimiento.